OPINIÓN:
Antes de proceder a deciros qué
me ha parecido os voy a poner un poco en contexto, ¿no os importa, verdad?
Bien, pues la lectura de este libro viene precedida de la lectura de otro
título del mismo autor (El Desorden que dejas), el cual me encantó e hizo que
me lanzase en plancha sobre “Los
tatuajes no se borran con láser”.
Tras leer “El desorden que dejas”
descubrí que Carlos Montero fue el guionista de la serie de televisión “Física
o Química” y eso acabó de afianzar el flechazo que había sentido leyendo su
libro. En su momento vi la serie y me gustó; y ojo, soy consciente que era la
típica de adolescentes, pero también sé que fue muy transgresora en comparación
a lo que se había visto en televisión hasta el momento. Supongo que eso, que
Carlos Montero escriba de maravilla y que las historias de ambas novelas sean
tremendamente adictivas hace que la próxima vez que me cruce con un libro de
este autor ni me lo piense.
Dicho lo cual, procedo a
explicaros lo que me ha parecido el libro. Pues imagino que ya os habréis dado
cuenta de que lo he disfrutado y que me lo he ventilado en cuatro días. La historia
empieza de la manera más simple que te puedas imaginar: Dos chicas adolescentes
yendo a tatuarse. Lo que puede parecer, de algún modo, inocente, ya presenta un
ambiente turbio y viciado desde el minuto uno.
Asia, la protagonista, y Nerea,
su amiga (dicho sea de paso, que es un mal bicho de cuidado) van a un tatuador
a que éste le dibuje el mismo tatuaje que lleva la protagonista de la serie
televisiva para adolescentes “Tabula Rasa”. Hasta ahí bueno… ¿Pero sabéis dónde
se hace el tatuaje? ¡Sobre el pubis! Lo peor… ¿Sabéis qué se tatúa? ¡Una
pistola apuntando hacia su vagina! Y así empieza todo, con una bajada de
pantalones en toda regla, una fotografía de una menor desnuda y una gran fiesta
donde el alcohol y las drogas son uno más de los invitados.
Después de eso, Asia despierta en
medio de una piscina y una pregunta la torturará hasta final del libro: ¿Me han
violado en grupo o he sido yo la que me he dejado? Sí, señores/as. El libro
trata sobre una posible violación grupal a una menor en un jacuzzi durante una
fiesta de adolescentes.
Como telón de fondo tenemos la
trama de la serie televisiva “Tabula Rasa” (clarísimo homenaje al mundo “Física
y química” y al mismo autor); ésta nos presenta el mundo de excesos que hay
tras el rodaje de una serie de éxito, cómo son los actores cuando se apagan las
cámaras y los intereses que hay tras una ficción como esa. Sabiamente, Carlos
Montero mezcla ambos tramas y al final la violación/o no violación de la
protagonista lo salpican todo y la vida de todos.
Y bueno, no mucho más. No quiero
ponerme pesado porque la verdad es que el libro me ha gustado mucho y estaría
dándole y dándole a lo que me ha parecido esto o aquello, pero también es
cierto que empezaría a espoilear a distro y siniestro y no es cuestión. Antes
de irme, lo único que querría saber es si lo habéis leído (este o el otro) y
qué os pareció. Me encantaría debatir un poquitín en el apartado de los
comentarios.
¡Feliz lectura lectoras/es!
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