Agua cerrada,
Alejandro Palomas
Autor:Alejandro Palomas
Sello:Siruela
Colección:Nuevos Tiempos 199
ISBN:978-84-9841-678-7
Código de almacén:7521199Edición:1ª, 2012
Encuadernación:Rústica con solapas
Páginas:176
Dimensiones:140 x 215 mm
Tema:Novela contemporánea - literatura en castellano
Idioma de publicación:Español
“Una desgarradora historia nos desvela la complejidad y la profundidad
de los lazos del amor y la sangre.
Tras décadas de silencio, Elsa invita a si hijo Isaac a un fin de semana
en Venecia para confesarle una terrible verdad que lleva años callando. Pero un
trágico suceso lo cambiará todo y Serena, la mujer de Isaac, tendrá que volar
de improviso desde Barcelona al rescate de madre e hijo. Las dos mujeres se
enfrentan entonces a un torbellino de confesiones que cambiaran para siempre la
vida de los tres.
Agua cerrada no es solo la historia de un presente que circula entre
Barcelona, Venecia, Serena, Isaac y Elsa. Es también el retrato de un amor
tranquilo en el que la vida irrumpe por sorpresa, desencallando a su paso secretos,
mentiras, temores, perdones y anhelos, y dando forma a un nuevo escenario en el
que sus protagonistas deberán aprender a caminar de nuevo más libres, más
ligeros, más maduros”.
Desde que leí el último libro de Alejandro Palomas “Una madre”, el único
de hecho que había leído hasta el momento de él, y que tanto me gustó por su
forma de narrar y de hacer aflorar sentimientos, me propuse leer todos los
libros que tuviera publicados este autor y que pudiera localizar, ya que muchos
de ellos están en la actualidad descatalogados y son de difícil localización.
Suerte a la red de bibliotecas he podido acceder a unos cuantos de ellos, y
según los vaya leyendo los iré comentando con todos vosotros.
De todos los que por ahora tengo en mi poder decidí comenzar por éste,
no por nada en especial, simplemente porque de hecho es el más cortito. Pero os
adelanto de que es una historia que trasmite tristeza, aunque para compensar,
también os digo que tiene un final esperanzador.
Agua cerrada es un libro en el que, si no te das cuenta, puedes quedarte
ahogada como sus protagonistas. Ahogada en la tristeza y en la desolación de su
trama. Es una novela rodeada de agua por todas partes, desde el escenario de
fondo, Venecia, una ciudad que se ahoga en sus propias aguas, hasta el de las
lágrimas derramadas y no derramadas que amenazan con ahogar a sus protagonistas
y de arrastrar con ellas al lector.
Es una historia a tres, un trío de seres dañados, dolidos y recelosos con y por la vida o con las circunstancias que
les ha tocado vivir en ella, donde han aprendido a rodearse de murallas a
fuerza de intentar protegerse de algo que ya ni siquiera recuerdan.
Elsa, la madre de Isaac, tuvo que ahogarse en el alcohol para poder silenciar
los recuerdos de un matrimonio anulado por la muerte pero roto muchísimo tiempo
atrás, sin darse cuenta que en ese vivir anestesiado desperdiciaba la
oportunidad de relacionarse con la única persona que en realidad le importaba,
la de su hijo Isaac.
Isaac, con tan solo nueve años tuvo que afrontar, no solo la muerte de
su padre, sino la pérdida de una madre rota por la circunstancias. Convertido
ya en un hombre adulto, pero lleno de cicatrices físicas y emocionales, intentará
curar sus heridas con Serena, su pareja, aún a sabiendas de que ella no es un
salvavidas que puede salvarle.
Serena tiene tantas lágrimas acumuladas en su interior que ha olvidado
como poder acercarse a otro ser humano rechazando cualquier contacto. Tan solo
la música de su violín puede hablar por ella y dejar fluir sus sentimientos sin
sentirse dañada.
De todas formas las circunstancias harán que estos tres seres rotos por
los secretos no confesados y las palabras no dichas, podrán tener una nueva
oportunidad de expresarse el amor que hasta entonces no habían sabido
demostrarse.
Un libro, que sin tener la dureza de una historia cargada de
sufrimiento, contiene entre sus páginas el dolor de un drama humano, con muchos
toques de tristeza y otros cuantos de depresión, pero una bonita historia
cargada se sentimientos que solo una persona tan sensible como Alejandro
Palomas puede trasmitir al lector.
A su vez, he de confesaros que no he encontrado la sensibilidad y la
ternura de "Una madre", tal vez porque el tema es totalmente diferente.
MONTSE
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