El verano es la época más proclive del año para separarse o divorciarse o así lo indican los últimos datos estadísticos publicados por el Instituto de Política Familiar (IPF) que asegura que, en el último trimestre del año, rompen 33.000 parejas. De un total de 120.000 divorcios que se producen de media al año en España, casi el 28% se producen en el último trimestre, justo después de las vacaciones estivales.
La época de verano es sin duda uno de los periodos del año más propenso para la separación o el divorcio. Entre muchos de los motivos esgrimidos por los psicólogos o expertos de pareja, se debe principalmente al exceso de tiempo que se pasa en pareja o la poca comunicación que se tiene durante el año y que refleja su efecto negativo durante las vacaciones.
Para ello, la psicóloga de pareja Mila Cahue, ha elaborado para Meetic un decálogo con consejos sencillos para ayudar a que la pareja pueda sobrevivir a las vacaciones estivales.
- Antes de salir, es aconsejable organizar y tener más o menos claro cómo se van a distribuir los días(horarios, etc.), que pueden tener una cierta flexibilidad: cuál es la hora de levantarse, si se va a comer en casa o fuera (o cuántos días en cada situación), cuál es el horario previsto de playa o excursiones, si va a haber siestas o no, el tiempo dedicado a los amigos, etc.
- Repartir responsabilidades a priori (quién ducha a los niños, quién hace los desayunos, quién se encarga de la compra/comida, quien pone la lavadora o saca las cosas del lavaplatos, quien está con los niños durante la siesta-si estos no se duermen- o cómo se reparten por días, etc).
- Si hay actividades discrepantes, es decir, las que cada uno quiere hacer y al otro le resultan insufribles o aburridas, poner sobre la mesa qué es lo que quiere hacer cada uno, cuánto tiempo le quiere dedicar al día o la semana, y luego analizar cómo se integran ambas actividades en un horario compatible para ambos, y a la vez satisfactorio. Las actividades de ambos deben resultar satisfactorias para los dos, a la vez que se integran y forman parte de los acuerdos y de la vida de pareja.
- Dedicar un tiempo especial a la pareja. Es necesario que, a lo largo del año, especialmente las parejas con niños, dediquen un día a la semana o al mes, para hacer alguna actividad de los dos solos, sin que estén los hijos implicados. Tanto si se ha podido hacer como si no, las vacaciones son el momento ideal para dedicarse un tiempo en el que podamos demostrar a nuestra pareja que todavía es la persona de nuestra elección, que queremos seguir juntos, y que nuestra apuesta es por ella. Puede ser tanto una cena romántica, como alguna actividad significativa para los dos (aunque sea tirarse en paracaídas), o paseos diarios por la playa dedicados el uno al otro.
- Si durante el año se han acumulado "flecos", no hay que dejar pasar la oportunidad de deshacerse de ellos durante el verano. Lo mejor es hablar en pareja con calma y, sobre todo, con ánimo de encontrar soluciones en vez de culpables. Es importante que, para cada tema que se saque, se planteen al menos dos o tres alternativas de solución por ambas partes, para que finalmente se pueda llegar a un acuerdo satisfactorio para ambos, y se pueda afrontar la nueva temporada con unos compromisos renovados, y una nueva ilusión para la pareja.
- En el caso de que las familias políticas sean "el problema", habrá que determinar cuánto y cuándo se les visita o se les recibe. Este tema tiene que estar negociado entre la pareja de antemano, pues se trata de una cuestión muy delicada en la que alguno de los dos podría sentirse herido con facilidad. Ambos tienen que cumplir con lo pactado. Si sigue habiendo desacuerdos, se hablan hasta que se llegue a situaciones lo más satisfactorias posibles para ambos.
- Puede ser también que los amigos sean "el problema", por lo que se aconseja que se actúe de la misma manera que con la familias política.
- Dedicarse a esos detalles y gestos especiales para los que no hay mucho tiempo durante el resto del año, es fundamental. Cocinar para el otro, llevarle a algún lugar de su preferencia,... en fin, recordarle y hacerle sentir que uno tiene todavía interés por lo que le hace feliz, y que está dispuesto a proporcionárselo. Sentirse especial para el otro, y que esto sea recíproco, es uno de los fundamentos que mantienen "vivas" a las parejas.
- Dedicarle MÁS TIEMPO al amor, tanto al romántico como al apasionado.
- .-........ y, reírse, pasarlo bien, divertirse, HACER REIR AL OTRO.
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