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sábado, 14 de septiembre de 2013

"Jefes..." esas extrañas criaturas

Al leer este artículo probablemente te sientas identificada, ¿sabes por qué? La explicación es sencilla: Entre tú y yo hay un denominador común: Tú y yo hemos tenido a uno. En el pasado, puede que en el presente o quizás en el futuro. De un modo u otro, me juego el cuello a que en algún momento de tu vida has dado con uno de ellos.

Con este artículo no pretendo generalizar porque en todas partes cuecen habas eso está claro. Es decir, de todo hay en todas partes: Buenos, malos, altos y bajos. No obstante, yo me pregunto: ¿por qué todas hemos conocido alguna vez uno de esos 'Jefes…'?

Y sí, los llamo 'Jefes…', puntos suspensivos incluidos. Los apodo así porque recordarles, da igual en qué situación, siempre nos causa un escalofrío seguido de un titubeo. Sólo mentarles produce una extraña desazón que nos ata de por vida a ese mal recuerdo. ¡Y eso es así porque están locos! Y es que son 'diferentes' a ti y a mí, de eso no cabe duda. Piensan distinto al común de los mortales y actúan como les place. ¡Y lo hacen porque pueden! O al menos eso es lo que ellos creen. Ellos piensan que el mundo entero está a sus pies y que la plebe está para servirles día y noche.  

Suelen cebarse con las personas que están por debajo de ellos en el organigrama laboral por puro entretenimiento. Subsisten pisoteando pobres secretarias; viven de hacerlas llorar, de volverlas locas, de volcar sus frustraciones en ellas. En definitiva, se alimentan de la energía de los demás. 'Los jefes…' son vampiros; y no precisamente como los de Crepúsculo, estos sí muerden.

A este tipo de "Jefes…" me gusta llamarles "Jefes Vampiro". Son expertos actores encubriendo sus carencias y magníficos ególatras a los que les encanta que se les adule; les maravilla tener súbditos que coreen sus proezas. Muchos incluso contratan empleados 'mascota' para poder jugar con ellos y pasar el rato. Éstos, los empleados 'mascota', son como los Tamagochi de antaño, un mero entretenimiento. Al menos hasta que sus apreciados 'Jefes…' encuentran al siguiente incauto. Sus amos nunca les corresponden como ellos desearían y eso hace que siempre acaben enemistados con aquellos a los que tanto admiraron en su día. Conozco un caso en que el empleado 'mascota' fue sustituido por un sacapuntas eléctrico.

Pero como dije al principio del artículo, de todo hay en todas partes. No todos son malvados vampiros o locos desequilibrados. También los hay buenos y comprensivos; "Jefes" que saben cómo tratar a sus empleados y cómo sacar su máximo potencial. En la actualidad los mejores directivos son aquellos capaces de conectar con sus equipos de una manera emocional mucho más profunda, casi situándose a su mismo nivel. Hoy en día las políticas de desarrollo ejecutivo se basan precisamente en eso, en conectar. En lograr que el "Jefe" no sea un "Jefe" sino uno más del equipo.

Es por ello que al igual que los vampiros de Crepúsculo, los "Jefes…" también se están pasando de moda. Ahora lo que se lleva son los "Jefes" cincuenta sombras más sensibles. El futuro está en la empatía; ¿tú la practicas?

sábado, 8 de diciembre de 2012

Nueva Sección: "Sí, mi amo. Confesiones de un secretarito"


Se me viene a la cabeza una frase bastante idónea para que juntos iniciemos esta nueva sección del blog: 


"Se dice que el trabajo dignifica al hombre."


Y digo yo... ¿seguro que dignifica? ¿Quién narices dijo eso? Seguro que esa chorrada tuvo que decirla un jefe, si no no entiendo nada. Y no lo entiendo porque en muchísimas ocasiones en un trabajo se dan situaciones de lo más surrealista, tanto que a veces éstas rozan lo indigno. Por eso mismo la frasecita de marras me rechina con exageración.


En relación a esto, actualmente se dice que quien tiene un trabajo, tiene un tesoro. Más o menos lo mismo que se decía hace algún tiempo sobre los amigos. Y a ver... ¿qué hemos aprendido sobre eso con el paso del tiempo? ¿No lo sabéis? Bien, yo os lo diré. Lo que hemos aprendido es que estos van y vienen y siempre acaban cambiando. Más o menos lo mismo que el trabajo. Porque amigos míos... en esta vida pocas cosas ya son definitivas. Eso de estar toda la vida en el mismo puesto de trabajo se esfumó. Ahora se lleva la itinerancia, la versatilidad o esa palabrita que tanto les gusta a los selectores de personal: PROACTIVIDAD.


Y está claro que si uno es proactivo y sabe moverse probablemente consiga lo que está buscando. Sea lo que sea eso. Es decir, actualmente, en esta horrible época de crisis en la que los empresarios han decidido hacer regresar al mundillo laboral el concepto "ESCLAVISMO", a nosotros (los pobres curritos) no nos queda otra cosa más que filtrar la triste realidad a través del humor. 

Y eso os propongo yo; os propongo que esta sección nos sirva a todos para ponerle una nota de color a nuestros grises días de trabajador y que con este anecdotario esas situaciones desquiciantes que se nos dan de manera inevitable mientras trabajamos se conviertan en una divertida historia perfecta para explicarle a un amigo. Os invito a que sigáis y participéis en esta nueva sección que titularemos: "Sí, mi amo. Confesiones de un secretarito". En ella os narraré las situaciones más locas y surrealistas (todas ellas completamente reales) que he vivido siendo el secretario personal del que dice ser mi jefe. 

Escrito por: Rick Mavé