Si ayer recomendaba una novela, hoy haré lo contrario;
La novela salió de la estantería de un Carrefour por tan
solo 3,99€ ¿Debería haber sospechado? ¿Era de suponer su pésima calidad? No lo
sé; El caso es que el argumento me llamó la atención. Hacía poco había leído “El
Diablo viste de Prada” y me había gustado, y como este subproducto era similar
pensé que también me entretendría. Pero
no. Solo me dejó indiferente, nada más. Al acabarlo pensé que podría haber
dedicado el rato a algo más productivo, a cualquier otra lectura más
provechosa, pero bueno… Todos nos hemos visto en ese brete en más de alguna
ocasión.
La novela de la que estoy hablando se llama: “La ley de la Asistenta ”
Esta obra como ya he dicho antes intentó beber de los éxitos
cosechados por la novela de Lauren Weisberger pero se quedó en el intento. Pretende
ser divertida, pero no lo es. Quiere ser profunda, pero no lo consigue. Pero lo
peor de todo bajo mi punto de vista es que pretende ser un Chick Lit y no lo es
ni minimísimamente. Lo único que sustentaría el hecho de que es una novela del
genero es que está protagonizada por una mujer entorno a la treintena que
intenta abrirse camino en un mundillo laboral adverso bajo el yugo de una jefa perversa.
¿Ha alguien le suena un poco el argumento? Es lo que sucede si cogemos la novela
“El diablo viste de Prada” y cambiamos el mundo de la moda por los tribunales y
el mundo de las leyes. Obtenemos “La ley de la asistenta”, una novela aburrida,
carente de sentido y totalmente anodina.
Lo siento muchísimo por Saira Rao, la autora, pues seguro
que puso todas sus ganas al escribirla y a ella y a los suyos les pareció
genial y ocurrente, pero nada más lejos del resultado final. Un 3 muy raspado
en una escala del 1 al 10.
Siento ser así de critico y tan tremendamente
contundente pero tratándose de un casi plagio de otra muy buena novela, Saira
Rao tenía cuanto menos la obligación de hacer reír y entretener al lector ya
que la trama no era novedosa.
Os dejo a continuación la Sinopsis por si alguien
se anima:
“El demonio sostiene un
mazo… en esta perversamente divertida nueva novela sobre el ocupado año de una
joven abogada, en el que trabaja como pasante de una jueza federal.
Sheila Raj se acaba de
licenciar en la Facultad
de Derecho de Columbia y sueña con poder trabajar para la Unión Americana de
Derechos Civiles (ACLU). Cuando le conceden la codiciosa oportunidad de ser
pasante federal con la diosa legal, la jueza Helga Friedman durante un año, no
puede evitar pensar que su destino es la grandeza jurisprudencial.
Pero la facultad de derecho no preparó a Sheila para soportar a la trepa sociópata que le da la bienvenida en su primer día y que se empeña en que es pakistaní (a pesar de que es india), en que su nombre es Sheba (cuando en realidad es Sheila), y que además se refiere a su compañera pasante como Laura la lesbiana. Tampoco está preparada para soportar a las secretarias de Su Señoría: Roy, que tiene un segundo empleo como un bardo medieval llamado Fellemid McDowell, y Janet, que acaricia a los muñecos de Pound Puppies que tiene sobre su ordenador cuando no tiene a mano su Biblia para golpearla. Sólo cuando se le asigna un notable caso de pena de muerte Sheila se dará cuenta de que tiene que sobrevivir ese año como la asistenta de Friedman; y no sólo su cordura está en una balanza, sino también las vidas de otras personas.”
Pero la facultad de derecho no preparó a Sheila para soportar a la trepa sociópata que le da la bienvenida en su primer día y que se empeña en que es pakistaní (a pesar de que es india), en que su nombre es Sheba (cuando en realidad es Sheila), y que además se refiere a su compañera pasante como Laura la lesbiana. Tampoco está preparada para soportar a las secretarias de Su Señoría: Roy, que tiene un segundo empleo como un bardo medieval llamado Fellemid McDowell, y Janet, que acaricia a los muñecos de Pound Puppies que tiene sobre su ordenador cuando no tiene a mano su Biblia para golpearla. Sólo cuando se le asigna un notable caso de pena de muerte Sheila se dará cuenta de que tiene que sobrevivir ese año como la asistenta de Friedman; y no sólo su cordura está en una balanza, sino también las vidas de otras personas.”
Reseña patrocinada por: “Disparatado Asesinato en el Upper East Side”
C.Pérez de Tudela
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