martes, 29 de enero de 2013

Reseña: " Los viernes, el paro duerme..." - Mar Cantero Sánchez


“Los viernes, el paro duerme…” de Mar Cantero Sánchez  narra las aventuras y desventuras de un grupo de amigos desempleados. Durante el transcurso de la misma, la narradora se dirige al lector directamente invitándole a acompañarla a lo largo de todas esas historias. 

Este detalle hace que el texto sea mucho más dinámico y resulte fácil desfilar por sus páginas casi de una manera natural, del mismo modo que lo harías si estuvieses charlando con un amigo que te explica sus aventurillas con sus jefes y compañeros de trabajo. Además del acertadísimo narrador, me llamó poderosamente la atención que esta novela se publicase en 1998, ¡hace quince años! Apostillo esto al inicio de la reseña porque me parece realmente positivo que una novela de hace tanto tiempo aún  hoy en día resulte absolutamente contemporánea. Es más, diría que ahora, en los difíciles momentos que vivimos, resulta mucho más realista que en momento de su publicación. Eso o el desempleo siempre ha sido una lacra en España, una de dos. Otro de sus puntos fuertes es su interesante estructura. 

La novela está dividida en capítulos relativamente cortos; estos explican las vivencias de cada uno de los personajes protagonistas en relación al mundo laboral o a la ausencia de éste.  Cada una de estas narraciones se enlaza de un personaje a otro con un pequeño nexo en el presente narrativo (el bar en el que se encuentra el grupo de amigos) atribuyéndole al conjunto un ritmo fluido. En conjunto se podría decir que “Los viernes, el paro duerme…” es una ‘divertida’ tragicomedia que trata con un exquisito humor ácido un tema tan dramático como es el desempleo. 

Para que mis lectores nos entiendan, llevándolo a un símil televisivo diría que la novela podría ser un capítulo de la serie Friends en la que sus protagonistas narran sus experiencias laborales. Ese es básicamente el concepto con el que me quedé al acabarla. La novela es breve, excesivamente corta a mi gusto. No obstante, esto tiene una explicación. La misma fue presentada a un certamen literario y quedó finalista. Imagino que las bases del concurso determinaron su extensión y ese es el porqué de su brevedad. 

Y para acabar, yo diría… actualmente, ¿sólo los viernes el paro duerme?


Por C. Pérez de Tudela

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