Había
sido difícil pero el momento había llegado. Tan sólo unas pocas horas separaban
a la chica invisible de la plena felicidad de ser madre. Habían sido unos meses
muy duros, concretamente nueve. El encarcelamiento del padre de la criatura por
la quema de fotos del rey de España había sido un golpe duro pero lo había
superado.
Una
nueva vida comenzaba para ella también; una etapa en la que más que nunca
debería demostrar el tipo de mujer en el que se había convertido a causa de los
golpes que la vida le había propinado.
Estaba
en un after-hours...