INTRODUCCIÓN
Aun hoy en día me
considero afortunado de haber conocido a la mujer bomba…. Extraño, ¿verdad?
Bastante, pero cierto al cien por cien. La ficción y la realidad habitan a
nuestro alrededor fundiéndose constantemente y eso es lo que sucedió hace ya
algún tiempo.
De repente, cual
talibana, la heroína atómica explosionó. Nos alcanzó causando gran impacto en
nuestras vidas, pero… ¿De que sirve un arma tan peligrosa cerca? De nada. Con
el tiempo se acaba entendiendo que personas así merece más la pena que estén
lejos.
Pero el hecho en sí es
que no cabía mucho que esperar de alguien que aseguraba que una moto es más
segura que un coche. Lógica inversa. Gracias a sus poderes de premonición, y
según ella, alegaba que de una moto se puede saltar antes de tener el
accidente.
Aunque es un lastima que
los poderes premonitorios de la chica bomba no sirviesen para detectar las
malvadas intenciones de la mujer invisible, personaje que en próximos capítulos
conoceremos, y hasta aquí puedo leer (como decía Marta Gomez Kempt)… ¿Cuál será
esa gran traición? … continuará.
CAPITULO UNO – CRÓNICA
DE UNA TRAICIÓN
Erase una vez una
pariente lejana de bob esponja. Alias la mujer invisible. Seguramente os
preguntareis porque sus conocidos la conocían con ese apodo. Bien sencillo. En
la ocasiones que se la necesitaba era como sino existiese. Incluso de cuerpo
presente era capaz de transformarse en un transparente y frio tempano de hielo.
La chica bomba y la
mujer invisible aparentemente a parte de genitales femeninos no tenían nada en
común salvo su desmedido gusto por el olor masculino y su sed insaciable de
bebidas etílicas. Aparentemente mujeres hechas y derechas, de fachada
reluciente, pero con una trastienda totalmente desordenada.
La historia se inicia
tiempo atrás, en un oscuro tiempo en el que el precio de la amistad se cotizaba
a la baja y en el que hábilmente con una destreza ancestral las dos
protagonistas de esta historia blandían sus relucientes y traicioneros sables
esperando el momento preciso con el que poder degollar a sus victimas.
Como ya hemos narrado en
la introducción todo empieza con un ataque terrorista. Las secuelas de dicho
ataque separan a la población en dos grupos. Los seguidores de la secta del
cubata y los descendientes de la orden del sentido común.
Ambas facciones conviven
durante algún tiempo enfrentadas. Pero sabiamente, y como en toda gran guerra,
existían esquiroles. El trabajo de la mujer invisible durante este periodo fue
recabar datos de ambos grupos y revelarlos al mejor postor.
Durante algún tiempo la
mujer invisible se integró en el seno de la orden del sentido común engañando
por completo a todos sus adeptos. Obviamente, y de manera inicial, digamos que
como buena maquinadora estuvo oteando cual de los dos bandos ofrecía mejores
condiciones para así acomodar su estilo de vida al que más encajase.
Al parecer desde un
principio entendió que para pertenecer a dicho grupo debía pagar una
mensualidad que abonaba regalando pequeños y muy grandes detalles de los
movimientos de la facción enemiga. Hasta que de repente un día fue descubierta…
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