A los más observadores no se les habrá escapado que en los últimos años se han producido cambios lentos pero llamativos en losexpositores de la sección de libros de los grandes almacenes. Donde antes abundaban las cubiertas en colores pastel con rotulación florida e imágenes a lo Jordi Labanda, de repente nos invaden portadas oscuras con títulos en fuentes góticas e imágenes sangrientas. Parece que los vampiros se han comido a las solteras.
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