A
ver, ¿por qué a un hombre le cabe todo en una cartera y una mujer no
puede salir sin su bolso? O dicho de otro modo, ¿por qué un hombre se
vale llevando encima calderilla, tarjeta de crédito, móvil y tabaco, si
es que fuma? Aparte de eso, ¿qué es imprescindible para una mujer?
¡Fácil! Como poco, la mujer lleva pañuelos. Es decir, ya es más
precavida que el hombre. ¿Qué más?
Pues pensemos y así, analizamos cómo diferenciar a las
mujeres por el contenido de sus bolsos. Casi la mayoria lleva un
espejito, que no siempre hay a mano un retrovisor en el que mirarse sin
que le tachen a una de coqueta. Osea, ¿claro, no? Espejo : coqueta.
Sigamos. Muy a menudo, a parte del espejo, que incita, llevan una barra de labios. Hay quién añade una polvera, por lo de los brillos. Y está la que lleva el set de maquillaje complejo. ¿Eso que indica? Que la mujer siente la necesidad de estar lo mejor posible en cada instante, al menos... fuera de casa. Y queriendo estar lo mejor posible, quiere que las demás estén peor. ¿Para qué? Es evidente. "Para gustarme más a mí misma", dicen algunas. Ya, para gustarte más a ti misma sabiendo que gustas a los hombres más que las otras. ¡Qué si! Que no hay vuelta de tuerca. Y la que buscando en su interior no lo reconozca, que tire la primera piedra.
Y, ¿por qué necesita sentirse la más atractiva? Para comprenderlo hay que remontarse a la prehistoria o... mirar a la naturaleza cercana. Hubo un tiempo en que los machos luchaban entre sí. El que ganaba se convertía en semental. Osea, fecundaba a TODAS. Pero, eso era posible cuando no había una superpoblación. Vale que para un carnero no sea mucho hacérselo con todo el rebaño, pero... ¿te imaginas a un hombre encargándose de todas las pivas de su barrio? Buah, sería agotador. Y, ¿qué ocurrió? Pues que el macho ganador dijo "Acepto a veinte y no más, ¿eh?". Y claro, todas querían estar entre esas veinte. ¿Que alguno se creería capaz de encargarse de más? Hombre, no le voy a quitar mérito, pero ni en los mejores harenes sobrepasan las tres decenas.
Así que, por un lado, el hombre se medía con sus congéneres y la mujer, con sus enemigas. Y así llegó el arte de negociar. Uno de los NO ganadores dijo a una de las que NO había conseguido ingresar en el grupo de las veinte afortunadas "Oye, ya sé que yo no soy él, pero... vamos que... que si te sientes sola pues igual tú y yo...". Y desde entonces ya no sólo los mejores se encargaron de la procreación, ¡menos mal! Lo que conllevó a extender el período de celo a todo el año, a tener la regla cada mes y todo, supuestamente, para lograr que un hombre se quedara al lado y proveyera su prole a cambio se sexo, ¿cómo no?
Sigamos. Muy a menudo, a parte del espejo, que incita, llevan una barra de labios. Hay quién añade una polvera, por lo de los brillos. Y está la que lleva el set de maquillaje complejo. ¿Eso que indica? Que la mujer siente la necesidad de estar lo mejor posible en cada instante, al menos... fuera de casa. Y queriendo estar lo mejor posible, quiere que las demás estén peor. ¿Para qué? Es evidente. "Para gustarme más a mí misma", dicen algunas. Ya, para gustarte más a ti misma sabiendo que gustas a los hombres más que las otras. ¡Qué si! Que no hay vuelta de tuerca. Y la que buscando en su interior no lo reconozca, que tire la primera piedra.
Y, ¿por qué necesita sentirse la más atractiva? Para comprenderlo hay que remontarse a la prehistoria o... mirar a la naturaleza cercana. Hubo un tiempo en que los machos luchaban entre sí. El que ganaba se convertía en semental. Osea, fecundaba a TODAS. Pero, eso era posible cuando no había una superpoblación. Vale que para un carnero no sea mucho hacérselo con todo el rebaño, pero... ¿te imaginas a un hombre encargándose de todas las pivas de su barrio? Buah, sería agotador. Y, ¿qué ocurrió? Pues que el macho ganador dijo "Acepto a veinte y no más, ¿eh?". Y claro, todas querían estar entre esas veinte. ¿Que alguno se creería capaz de encargarse de más? Hombre, no le voy a quitar mérito, pero ni en los mejores harenes sobrepasan las tres decenas.
Así que, por un lado, el hombre se medía con sus congéneres y la mujer, con sus enemigas. Y así llegó el arte de negociar. Uno de los NO ganadores dijo a una de las que NO había conseguido ingresar en el grupo de las veinte afortunadas "Oye, ya sé que yo no soy él, pero... vamos que... que si te sientes sola pues igual tú y yo...". Y desde entonces ya no sólo los mejores se encargaron de la procreación, ¡menos mal! Lo que conllevó a extender el período de celo a todo el año, a tener la regla cada mes y todo, supuestamente, para lograr que un hombre se quedara al lado y proveyera su prole a cambio se sexo, ¿cómo no?
¿De ésto que deducimos? Pues que cuanto más maquillaje lleve una
señorita en su bolso, más alto aspira, y es más ambiciosa y más
exigente. Aunque no sea consciente de ello. Y toda mujer que la supere
se convierte en enemiga potencial. Sólo se echará amigas inócuas que no
interfieran en el camino de sus triunfos.
Eso, en cuanto al maquillaje. ¿Qué más encontramos en un bolso? Con frecuencia un perfume tamaño mini, que más o menos sirve para el mismo propósito. O unas medias de repuesto. Que dices, ¿por qué ningún hombre lleva una corbata de repuesto? Pues... una corbata no se mancha tan a menudo como a unas medias se les hace una carrera. Las medias son símbolo de precaución, de cálculo, de fémina previsora y de que la que las lleva se pone falda. Pocas faldas se ven hoy en día, ¿os habéis fijado? Una vez me entretuve en contar mujeres con falda en plena capital, y durante tres días ví CUATRO. Sí, nada más que cuatro. Discotecas y demás centro de ligoteo no cuentan. Conclusión, si lleva medias, la incluímos en el mismo grupo que la del maquillaje. Aunque sea azafata y tenga que llevar por narices maquillaje para retorcarse y medias por si acaso: no se ha hecho azafata por casualidad, ¿no?
¿Qué más hemos visto en los bolsos? Fotos familiares. ¡Ojo! ¡Que hay quien tiene familia y no dice ni mú al respecto! Si conoces a una que está casada y con hijos, le pides una foto y no lleva... conclusión: la familia no es su prioridad. Entre tanto maquillaje no caben las fotos.
Ahora que en los móviles caben tantas cosas, ya no se ve la gruesa agenda de antaño, pero las había que la llevaban. Es lo mismo: la que usa de agenda gusta de sentirse muy relacionada. El número de amigos y de conocidos le da status a su existencia. Se esfuerza en manterner una activa vida social. Tampoco es de las que se centran en su familia, no. Los teléfonos de tus tías te los dejas en casa. Es una mujer con muchos planes y mucha energía que sabe que en cualquier momento le puede hacer falta UNA persona muy determinada. Ésta no disfruta tanto con las conquistas como con la fama y con la popularidad. O si no, mira su agenda. La del set de maquillaje completo tendrá unos pocos números bien escogidos. Si tiene más, es para hacer bulto, no te engañes. El otro tipo de agenda contiene muchísimos números de hombres y de mujeres casi por igual. Es típico de una mujer que púntua bajo en el test de masculinidad / femineidad, una mujer dada al intercambio, al negocio, a la actividad social. Puede que se case y tenga hijos, sí, pero no centrará en ellos su atención y se dedicará a un empleo público. Por cierto, del test ya hablaré en otra ocasión, si no lo conocéis.
Luego tenemos el componente de entretenimiento. Es decir, o un libro o un mp3. Cuanto más joven, mas mp3, seguro. Los hombres se compran un periódico si ven en la necesidad de ilustrarse, lo hojean y luego lo dejan por ahí. A la del libro le gusta la cultura. Por lo tanto le gusta pensar. No se deja guiar por el libre albedrio y tendrá muy claro qué quiere hacer en la vida y qué tipo de hombre busca. A la que lleva consigo música, le da todo un poco igual. Aún no tiene nada decidido. "¿Contigo? ¿Por qué no?" La del libro no lleva agenda. Sus amistades son pocas y bien escogidas, y además, es capaz de memorizarlas.
Y lo que lee dice mucho. Cuanto menos se parezca a un bestseller, mejor. Tanto más alejada está de la corriente. "Harry Potter" y "Bridget" no cuentan. Tiene un sendero trazado que va a seguir a rajatabla. Si lleva maquillaje, busca mejorar su posición sólo junto y gracias a un hombre. Si no lleva ni maquillaje ni medias, el sentido de su vida está en la sabiduria. Habrá elegido un tema al que dedicarse. Si le da por casarse y tener hijos, será la mujer perfecta, comportándose con ellos de manera ideal y dedicando el tiempo restante a mejorar en su trabajo. Eso sí, dedicará a su familia el tiempo extrictamente necesario.
En los bolsos se encuentran objetos muy variados. Por ejemplo, preservativos. Bien, los lleva tanto la del maquillaje como la del libro como la del mp3. Unas, para no fallar si el hombre que está en el punto de mira no lleva, otras, por precaución, para prestárselo a una compañera o compañero despistado y las otras, porque no saben lo que puede surgir.
¿Qué más hay? La navajita multiusos. El vaso de plástico extensible. Sacarina. Un peine. Laca de uñas transparente. Lima de uñas. Desodorante y laca de bolsillo. Chicles o caramelos. Bloc de notas y boligrafo. Medicamentos varios. Selección de anillos, pendientes y pulseras. Tampones o compresas por si viene inesperadamente... No me explayo en ellos porque son fáciles de clasificar.
Resumiendo: un hombre seduce y conquista con su virilidad, no necesita accesorios y compite... a menudo con su coche. La mujer acaba de empezar en este siglo a hacer vida pública y necesita llevar objetos consigo. ¿A alguien le suena ver a una mujer con un gran bolso en un cuadro medieval? No. No se alejaban mucho de casa. Aunque duela, la mujer es como el niño que se lleva el peluche al cole. Que si. Que en "Braveheart" Mel Gibson no iba a las batallas con un bote de pintura azul de repuesto.
Eso si, si ves a una mujer sin bolso, ¡asústate! Lleva encima todas las armas que necesita y va por el mundo pisando con una seguridad que aplasta. ¡Te desafía a merecerla!
Y tú, ¿qué llevas en el bolso?
FUENTE: Rebecca Morgado
Eso, en cuanto al maquillaje. ¿Qué más encontramos en un bolso? Con frecuencia un perfume tamaño mini, que más o menos sirve para el mismo propósito. O unas medias de repuesto. Que dices, ¿por qué ningún hombre lleva una corbata de repuesto? Pues... una corbata no se mancha tan a menudo como a unas medias se les hace una carrera. Las medias son símbolo de precaución, de cálculo, de fémina previsora y de que la que las lleva se pone falda. Pocas faldas se ven hoy en día, ¿os habéis fijado? Una vez me entretuve en contar mujeres con falda en plena capital, y durante tres días ví CUATRO. Sí, nada más que cuatro. Discotecas y demás centro de ligoteo no cuentan. Conclusión, si lleva medias, la incluímos en el mismo grupo que la del maquillaje. Aunque sea azafata y tenga que llevar por narices maquillaje para retorcarse y medias por si acaso: no se ha hecho azafata por casualidad, ¿no?
¿Qué más hemos visto en los bolsos? Fotos familiares. ¡Ojo! ¡Que hay quien tiene familia y no dice ni mú al respecto! Si conoces a una que está casada y con hijos, le pides una foto y no lleva... conclusión: la familia no es su prioridad. Entre tanto maquillaje no caben las fotos.
Ahora que en los móviles caben tantas cosas, ya no se ve la gruesa agenda de antaño, pero las había que la llevaban. Es lo mismo: la que usa de agenda gusta de sentirse muy relacionada. El número de amigos y de conocidos le da status a su existencia. Se esfuerza en manterner una activa vida social. Tampoco es de las que se centran en su familia, no. Los teléfonos de tus tías te los dejas en casa. Es una mujer con muchos planes y mucha energía que sabe que en cualquier momento le puede hacer falta UNA persona muy determinada. Ésta no disfruta tanto con las conquistas como con la fama y con la popularidad. O si no, mira su agenda. La del set de maquillaje completo tendrá unos pocos números bien escogidos. Si tiene más, es para hacer bulto, no te engañes. El otro tipo de agenda contiene muchísimos números de hombres y de mujeres casi por igual. Es típico de una mujer que púntua bajo en el test de masculinidad / femineidad, una mujer dada al intercambio, al negocio, a la actividad social. Puede que se case y tenga hijos, sí, pero no centrará en ellos su atención y se dedicará a un empleo público. Por cierto, del test ya hablaré en otra ocasión, si no lo conocéis.
Luego tenemos el componente de entretenimiento. Es decir, o un libro o un mp3. Cuanto más joven, mas mp3, seguro. Los hombres se compran un periódico si ven en la necesidad de ilustrarse, lo hojean y luego lo dejan por ahí. A la del libro le gusta la cultura. Por lo tanto le gusta pensar. No se deja guiar por el libre albedrio y tendrá muy claro qué quiere hacer en la vida y qué tipo de hombre busca. A la que lleva consigo música, le da todo un poco igual. Aún no tiene nada decidido. "¿Contigo? ¿Por qué no?" La del libro no lleva agenda. Sus amistades son pocas y bien escogidas, y además, es capaz de memorizarlas.
Y lo que lee dice mucho. Cuanto menos se parezca a un bestseller, mejor. Tanto más alejada está de la corriente. "Harry Potter" y "Bridget" no cuentan. Tiene un sendero trazado que va a seguir a rajatabla. Si lleva maquillaje, busca mejorar su posición sólo junto y gracias a un hombre. Si no lleva ni maquillaje ni medias, el sentido de su vida está en la sabiduria. Habrá elegido un tema al que dedicarse. Si le da por casarse y tener hijos, será la mujer perfecta, comportándose con ellos de manera ideal y dedicando el tiempo restante a mejorar en su trabajo. Eso sí, dedicará a su familia el tiempo extrictamente necesario.
En los bolsos se encuentran objetos muy variados. Por ejemplo, preservativos. Bien, los lleva tanto la del maquillaje como la del libro como la del mp3. Unas, para no fallar si el hombre que está en el punto de mira no lleva, otras, por precaución, para prestárselo a una compañera o compañero despistado y las otras, porque no saben lo que puede surgir.
¿Qué más hay? La navajita multiusos. El vaso de plástico extensible. Sacarina. Un peine. Laca de uñas transparente. Lima de uñas. Desodorante y laca de bolsillo. Chicles o caramelos. Bloc de notas y boligrafo. Medicamentos varios. Selección de anillos, pendientes y pulseras. Tampones o compresas por si viene inesperadamente... No me explayo en ellos porque son fáciles de clasificar.
Resumiendo: un hombre seduce y conquista con su virilidad, no necesita accesorios y compite... a menudo con su coche. La mujer acaba de empezar en este siglo a hacer vida pública y necesita llevar objetos consigo. ¿A alguien le suena ver a una mujer con un gran bolso en un cuadro medieval? No. No se alejaban mucho de casa. Aunque duela, la mujer es como el niño que se lleva el peluche al cole. Que si. Que en "Braveheart" Mel Gibson no iba a las batallas con un bote de pintura azul de repuesto.
Eso si, si ves a una mujer sin bolso, ¡asústate! Lleva encima todas las armas que necesita y va por el mundo pisando con una seguridad que aplasta. ¡Te desafía a merecerla!
Y tú, ¿qué llevas en el bolso?
FUENTE: Rebecca Morgado
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