Ha pasado ya
un rato y aún me siento ruborizada. Ha sido una situación completamente
embarazosa. Cuando he salido del local me he dado cuenta de que era un
establecimiento de relax para adultos: “Hot Bodies & Care”
Como
recompensa Karmica al salir del local rápidamente he encontrado un taxi y me he
montado en él. Voy de vuelta al Flatiron a recoger a Ash a la oficina, pero no
sin antes hacer una parada en una de las plantas inferiores. De pronto suena mi
teléfono móvil. Veo en la pantalla la fotografía de Josh:
- ¿Dónde te has metido todo el día?-pregunta ansioso, oigo mucho ruido a su
alrededor.
- Trabajando. ¿Y tu donde estás?, ¿Qué es ese ruido?
- Estoy en el Madison –contesta gritando- Estoy viendo un partido de
Hockey.
- ¿De Hockey? –pregunto con incredulidad- ¿Tú?
- Sí, estoy buscando un buen mocetón –confiesa con completa naturalidad.
¿De donde habrá sacado semejante idea?
- Esta mañana he leído en una revista que para encontrar el amor hay que
salirse de los senderos que habitualmente uno recorre… -dice haciendo una pausa
y de pronto lo oigo gritar- ¡Eso ha sido falta arbitro! –de nuevo una pausa y
escucho como le dice algo a alguien cercano a él- ¿No te ha parecido falta?, guapo…
- ¡Josh! –grito intentando captar su atención, el taxista me mira de reojo
por el espejo extrañado- Tengo algo importante que explicarte.
- Dime, cara. Soy todo oídos. ¡gol! –de pronto escucho una voz que no
conozco.
- En Hockey cuando un jugar marca se dice que ha anotado un punto. No se
les llama goles.
- Ahhh… -escucho que Josh está a punto de insinuarse- ¿Cuándo acabe el
partido querrías tomarte una cerveza conmigo y explicarme estas cosas mejor?
–hay un momento de silencio con mucho ruido ambiental y al fin el desconocido
dice.
- Eso está hecho.
- ¡Josh! –grito de nuevo.
- Todo tuyo, perdona. Tenía que ser ahora o nunca…
- Bien, escucha atentamente. –explico tomando una bocanada de aire- ¡esta
mañana me he encontrado con Billy!
- !!!!!!!!¿Billy?¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ -exclama escandalizado.
- Si,… Billy Mackenzie. Ahora resulta que trabaja en mi mismo edificio.
- ¿Tu Billy? –dice como si hubiese entrado en estado de shock- ¿El Billy de
Stony Point? –toma aire y de repente me dice de carrerilla- ¿El Billy que te
plantó? ¿El mismo que te rompió el corazón y te dejó emocionalmente
disfuncional? ¿El… -de pronto lo corto.
- ¡Si!, Es ese Billy. No hace falta que hurgues en la herida.
- ¿Y que le has dicho?, ¿Qué te ha dicho él a ti?, ¿Qué ha pasado?,
Cuéntamelo todo –me dice prácticamente enloquecido.
- No le dije nada. Me quedé bloqueada, pero…
- ¿Vas a volver a verle?
- Si. De hecho ahora mismo voy a su oficina.
- ¿Habéis quedado?
- No exactamente, he decidido ir y decirle todo lo que pienso. Espero pasar
página de una vez por todas.
- ¡Bien hecho! –de nuevo se pone a gritar. ¿Me lo dice a mi o al equipo que
está jugando? - ¿Quedamos luego y me explicas que te ha dicho?
- De acuerdo. He quedado con Ash para animarla…
- ¿Qué le pasa?
- La ha dejado el novio.
- ¿Ash tenía novio?
- Es una historia muy larga. Te lo explico luego mejor. ¿Quedamos a las
21.00 en el Chic Flamingo?
- De acuerdo, hasta entonces. Suerte con Billy.
Al colgar me
siento fuerte y animada, deseosa de zanjar el asunto y mirar al mañana de una
manera diferente. Siento que algo ha cambiado dentro de mí, ¿Es posible que un
encuentro fortuito te cambie de manera radical? Mientras espero a que el taxi
me lleve a la oficina me acurruco en el asiento intentando relajarme por
completo.
Sin poder
evitarlo mi cabeza vuela a la noche del baile de graduación. De pronto estoy de
nuevo en el año 1989 y de fondo suena el “Like a Prayer” de Madonna. Estoy
bailando tan acompasada que incluso siento como el ritmo de las notas musicales
guía mis movimientos, me muevo con una sincronía perfecta. Las luces de colores
giran locamente sobre mi piel y no puedo dejar de pensar que soy feliz.
De repente
es como si el momento se ralentizase. Todo pasa a suceder a cámara lenta. Veo
como la señora Tingle se aproxima con decisión hacía mi. Algo malo está
sucediendo, su cara refleja preocupación, su rostro está prácticamente
desencajado. Miro a mi alrededor buscando a Billy y no lo encuentro, ¿Estará
bien?, ¿Le habrá pasado algo?
Suavemente
la señora Tingle me retira de la pista de baile hasta acompañarme al pasillo,
fuera del gimnasio donde se está celebrando la fiesta y respirando
profundamente me dice:
- Cariño… -dice mirándome con los ojos llorosos- Has de ser muy fuerte e
intentar no venirte abajo.
- ¿Qué ha pasado? –Pregunto al borde del ataque de nervios- ¿Es Billy?, ¿Le
ha pasado algo a Billy?
De nuevo me
coge las manos, la suyas están temblando, me abraza fuerte y me dice con
extrema desesperación:
- Tu padre ha tenido un accidente de coche mientras venía a recogerte…
- ¡¿Qué?! –pregunto intentando convencerme de que no está pasando-
¿Cómo?... ¿Cómo está?
- Cariño... –veo como un par de lagrimas brotas de sus ojos y me siento
morir, sé lo próximo que dirá- Tu padre ha muerto…
Si esta historia te ha gustado y deseas leer los siguientes capítulos adquierela en amazon en versión ebook por tan solo 2,99€ o en edición papel por 12€ en este mismo blog desde el botón ubicado en el lateral. Aprovecha, toda esta siguiente semana los gastos de envio serán gratuitos.
0 comentarios:
Publicar un comentario