ADVERTENCIA: Un blog vive a base de comentarios, de seguidores, de personas que participan... Si te gustan las historias que colgamos y quieres que continuemos únete al blog y participa. De lo contrario entenderemos que la mini serie no interesa.
Recuerdo aquel amanecer especialmente negruzco, casi descolorido, como si el día no quisiese comenzar, como si mi cuerpo se negase a ponerse en marcha.
Recuerdo aquel amanecer especialmente negruzco, casi descolorido, como si el día no quisiese comenzar, como si mi cuerpo se negase a ponerse en marcha.
La mañana antes de ser asesinada no fue como tantas otras. Ese lunes no vi
el programa de Ana Rosa, ni tuve
ánimos para ver mujeres, hombres y
viceversa, ese lunes para la hora en que empezaba sálvame yo estaba que me moría. Me moría de los nervios.
De buena mañana alguien golpeó tres veces a la puerta del piso. Lo recuerdo
porque cuando sucedió me estaba haciendo los rabillos del ojo con mi eye-liner
y el sobresalto hizo que se me escapase quedándome con un ridículo aspecto a lo
Cleopatra. Para cuando llegué a la puerta allí ya no había nadie, tan solo un
rollo de papel de water. Miré a un lado y a otro del rellano pero allí no había
absolutamente nadie, nada, tan solo aquel rollo. Como los tiempos son los que
son, y yo tenía el dinero que tenia, lo cogí. Lo interpreté como un extraño
regalo de alguno de los vecinos. Volví al cuarto de baño y allí se quedó.
Como el resto de mañanas me preparé un café mientras me echaba un piti y
observé los bastos terrenos extrarradiales que se extendían más allá de aquel destartalado
bloque. Dejé volar mi imaginación y por un segundo escapé de allí, viaje a otra
parte, a un lugar donde todo fuese más fácil, un lugar donde no fuese una
muerta de hambre.
De repente un retortijón interrumpió mi momento trascendental y corrí hasta
el baño para dejar caer los buñuelos de viento. Estando sentada en la fría taza
señor roca caí en la cuenta de que no me quedaba papel de water. Fue entonces
cuando de todo corazón agradecí aquel extraño regalo. Cogí el royo y estiré del
papel, se notaba que era bueno, no como el que yo solía comprar en los chinos,
limpiarme con él sería gloria, no debería preocuparme por mis almorranas.
Y entonces pasó lo peor del mundo; Descubrí que alguien me había dejado un
mensaje en la cara interior del royo de papel, estiré poco a poco y la leí. La
nota decía así:
“Sé lo que has hecho, me dan nauseas, y lo voy a contar…”
La verdad es que lo primero que pensé es que cagar, caga todo el mundo. Sobretodo
si era eso a lo que se estaba refiriendo y máxime cuando el anónimo venía en un
royo de papel de water. ¿Cuándo se pensaba quien me lo dejó que me lo leería? ¿Quién
me conocía tanto como para saber que esa era la hora en la que me entraba el
apretón? ¿Quién podía preveer que yo vería exactamente en ese momento la nota?
“… si quieres que no lo cuente preséntate esta tarde cuando caiga el sol en
el algarrobo, junto al río.”
De pronto la sangre se me heló. Bien pensado, creo que ese fue el momento
en que me pegaron la primera puñalada, el primer estoque que me llegó directo
al alma. Me levanté de la taza, me subí el tanga y me puso uno de mis mejores
chandals, salí del cuarto de baño y me dediqué a fumar viendo pasar las horas
hasta que llegó el momento de acudir a la cita. ¿Sabéis que fue lo que más me
cabreó de aquella nota amenazante? Lo que venía después de la P.D .
“P.D: Péinate payasa”
Si te ha gustado esta muestra GRATUITA adquiere el original en el portal Amazon y apoyo al autor. Consiguelo por tan solo 3.88€ IVA Incluido. Solo durante las siguientes 48h. http://www.amazon.es/Disparatado-Asesinato-Women%C5%BDs-Triology-ebook/dp/B007L3D7JK
Si te ha gustado esta muestra GRATUITA adquiere el original en el portal Amazon y apoyo al autor. Consiguelo por tan solo 3.88€ IVA Incluido. Solo durante las siguientes 48h. http://www.amazon.es/Disparatado-Asesinato-Women%C5%BDs-Triology-ebook/dp/B007L3D7JK
0 comentarios:
Publicar un comentario