¿Eres de Derechas o de Izquierdas?

En este blog hemos hablado del amor, del enamoramiento, de las relaciones, de como afectan a la amistad, como cambian a la persona…  ¿Pero que denominador común tienen todos estos temas? ¿Qué diríais? ¿Existe algo que lo relaciona todo? Pues sí, cuando hablamos de todo eso, hablamos de sentimientos. ¿Y de dónde salen esos sentimientos? Seguro que los más románticos diréis que salen del corazón, pero no…

El corazón no es más que un musculo; el corazón no nos hace pensar, no nos hace sentir. Siendo estrictos, el corazón (entre otras muchas funciones) posibilita la vida, hace que fluya la sangre y que todo funcione bien para que nuestro gran cuadro de mando responda en óptimas condiciones. ¿Sabéis ya de que hablamos? ¿Cuál es el denominador común de todos los temas tratados? Sí señor, el cerebro. Estoy hablando del cerebro.

El cerebro es ese gran desconocido que todos tenemos; se dice de él que sólo utilizamos 10%, ¿Pero eso es verdad?

Amigos, me temo que no; eso no es más que un mito. Un cerebro medio pesa 1 Kilo 400 Gramos, y si desechásemos el 90% nos quedaríamos con una cosita de 140 Gramos de masa encefálica. ¿Eso sería trabajar a pleno rendimiento? La verdad es que lo dudo. El caso es que no se sabe bien porque, ejercitamos tan sólo una parte. Eso si que es cierto.

El cerebro se divide (también a grandes rasgos, ya que no pretendo dar una disertación sobre neurociencia) en hemisferio derecho y hemisferio izquierdo. Ambos son utilizados por todos nosotros; ¿pero por todos? ¿De la misma manera? ¿Para las mismas cosas?

Pues no, el uso de esos hemisferios es lo que nos distingue por decirlo de algún modo. Y aquí viene al dedillo el refrán de: “Toda persona es un mundo” Pues bien; todo cerebro es un mundo en si mismo. Con sus rincones, sus particularidades, sus usos y sus desusos.

El lado derecho del cerebro es nuestro lado más sentimental. Es el que se encarga de gobernar la imaginación y la fantasía, administra nuestros sentimientos, en él se arremolinan nuestras creencias y apreciaciones, interpreta los símbolos y las imágenes, es donde nace el ímpetu, el empuje, la acción, la aventura, la genialidad creativa. En resumen, es donde viene el pequeño genio loco que todos tenemos dentro.

Por contra; el lado izquierdo es la lógica, la razón en su más puro estado. En la izquierda es donde nace el pensamiento lógico, es el lugar donde se construyen los razonamientos, el sitio en el que se desarrolla la comprensión. Gracias a él conocen el nombre de los objetos, como se formula el habla, el cálculo… En resumidas cuentas: El lado izquierdo es el lado técnico, el ordenado. Nuestro lado más controlado y contenido.

Y ahora puede ser que os preguntéis: ¿Cuál es el mejor?

Pues como en todo; no hay ni mejor, ni peor. En esto no hay ni bueno, ni malo. Unos tenemos desarrollado más el lado derecho, y otros el izquierdo. Lo óptimo sería desarrollar ambos por igual, tener conciencia del uno y del otro, y ejercitarlos como si de un musculo cualquiera se tratase.

Lamentablemente, estamos acostumbrados a utilizar más la izquierda que la derecha. Es lo usual, lo que por cultura y educación hemos aprendido. Pero nunca es tarde para mejor, nunca es tarde para aprender a mejor. Siempre hay una oportunidad para el cambio.

¡Dejemos de hacerle caso a nuestra parte izquierda del cerebro, vivamos desde la locura, desde la genialidad, desde la espontaneidad; vivamos libres desarrollándonos plenamente para ser mejores día a día!