Quien se haya
encontrado alguna vez en la tesitura de decidir si lanzarse o no a la aventura
de una relación a distancia, se habrá hecho esta pregunta: ¿tiene futuro?.
Seamos realistas, fáciles no lo son nunca. Hay quien piensa que mientras exista
confianza mutua, entonces no hay problema. Yo, personalmente, creo que eso no
es suficiente. Puedes confiar mucho en tu pareja, pero el no verte de forma
asidua, cuando pasa de llamarte a diario y un día se le olvida o cuando promete
venir a verte y al final algo se tuerce. Todo esto hace mella y de algún modo u
otro daña la relación.
Bien es
cierto, que existen dos tipos destacados de relaciones a distancia. Veámoslo en
dos ejemplos:
Pareja ya
establecida, con una base, la cual debe separarse porque uno de los integrantes
tiene que irse, sea por motivos laborales, personales, de estudios, etc.
Pareja que se
conoce por Internet, que nunca se ha visto en persona, que chatean a diario y
creen estar muy enamorados.
Dentro de estos
dos ejemplos, hay varias distinciones. Habrán parejas establecidas, pero que
lleven más o menos tiempo juntas, con lo cual eso también influye. Pero
quedémonos con los ejemplos que he expuesto.
Con una
relación estable, seria, con una base sólida, es mucho más fácil sobrellevar la
distancia, aunque también tiene sus inconvenientes. Si estás acostumbrado a ver
a tu pareja a diario o muy a menudo, pasar a no verla es complicado de llevar.
La echas de menos, necesitas saber de ella casi a todas horas, la casa se te
hace grande y te sientes más sola.
Con una
relación basada en Internet, la distancia SIEMPRE perjudica. No existe una base
sólida, no puedes vivir el día a día con tu pareja, conocer sus vicios, sus
defectos, saber aceptarlos. Se crea una dependencia del chat o el móvil. Si uno
tarda demasiado en responder un sms, la cabecita empieza a montarse películas,
aparecen los reproches y, más tarde o más temprano, la relación se deteriora y
acaba por romperse.
La única
manera de sobrevivir a este tipo de relación, es que uno de los dos deje su
vida a un lado, para irse donde esté el otro. Aunque esto tampoco es garantía
de nada.
Con lo cual,
siempre desde mi más humilde opinión y, habiendo vivido el segundo ejemplo de
relación, creo que la distancia se puede superar cuando la relación es estable,
sólida, ha habido convivencia y se han creado unos vínculos y unos fundamentos
que permiten a la pareja separarse un tiempo, sin que ello conlleve el fin de
la relación.
PD:
Evidentemente, para todo hay excepciones!
Escrito por Miki.
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