1. Elipsis: Es decir,
cuando se corta el paso del tiempo y pasamos de un momento a otro de
golpe. Me encantaría llegar y pasar por la puerta del trabajo y, un
segundo después, salir sin que se vieran las pesadas 12 horas de en
medio. También sería muy divertido ver a primera hora del día al
compañero pesado diciendo “Este va a ser el mejor guión que he hecho en
mi vida” y automáticamente pasar al jefe gritando “¡Esta mierda es el
peor guión que has hecho en tu vida!”.
2. Banda sonora y música incidental: O
lo que es lo mismo, música en momentos importantes. Ahora mismo se
puede hacer algo parecido usando el Mp3. Pero imaginaos si cuando
entráis en la oficina sonase la “Marcha imperial” de Star Wars o “The eye of the tiger” de Rocky, un subidón. O mejor, el eterno “Cha chan” que suena cuando va a pasar algo malo. ¡De menudos jaleos te librarías!
3. Risas enlatadas: Sería fantástico
que, cuando dices algo gracioso o ingenioso, se oyeran risas surgiendo
de la nada para subirte la moral en lugar de que la gente se te quedara
mirando extrañada. También que sonasen aplausos cuando apareces por la
puerta.
4. Que tu vida sólo se compusiese de momentos de ocio: Como en Friends, que siempre les pillan en casa charlando, en el Central Perk tomando algo… o cuando en el trabajo les ocurre algo gracioso.
5. Que siempre encuentres sitio en tus bares y cafés preferidos: ¡Yo
cuando voy a Starbucks los mejores sitios siempre están
pillados! Y en las películas y en las series siempre encuentran el sofá
libre. ¡Ya podría ser así!
6. Números musicales: ¡Mis favoritos! Daría lo que
fuera para que paseando, de repente empezara a sonar una canción y la
gente hiciese una coreografía por la calle (ya estoy viendo a los
albañiles y policías bailando Alguna de West Side Story); en el Carrefour (a las chicas de los patines bailando la de Xanadú); y en el atasco a todos saltando por encima de los coches cantanto “Grease lightning. Oooooh!, grease lightning”.
7. Tomas falsas: Definitivamente esto sí que estaría bien: que cuando “la cagues” puedas volver a repetir las veces que haga falta lo hecho hasta que salga bien y, de paso, te eches una risas. ¡Ay!, ¡Qué bonito mundo sería este si pudieras decir “Corta, corta, que ahora va la buena”!
Faltan muchas cosas: escenas comentadas, réplicas ingeniosas a tiempo, sexo a cámara lenta… Pero esas son las que más me gustaría, ¿y a vosotros?
Fuente: http://donalipio.wordpress.com
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