No te agobies. Asúmelo. Estas despedido, pero tú eres mucho más que ese trabajo de 8 a 17h en el que te encerrabas cada día.
Un contrato de trabajo es mucho más que aspectos legales y económicos formalizados en un documento, tiene una representación simbólica muy significativa para las personas.
Representa la certeza de la asegurar la satisfacción de necesidades básicas, hace tangible la expectativa de valerse a sí mismo por medio de las propias capacidades, fortalece la percepción de auto-eficacia, y también representa una fuente de obtención de reconocimiento y status social.
Pero su pérdida, especialmente cuando es inesperada, trae consigo una serie de emociones negativas que afectan la capacidad para responder en forma adaptativa a la nueva condición de vida.
El despido produce respuestas de ansiedad aguda, deterioro de la auto-estima y concepto de sí mismo, síntomas psicosomáticos, hipertensión, depresión, descuido en arreglo personal, y en algunos casos, aparición de patología más severa como abuso de drogas y alcoholismo.
En el plano familiar se afectan las relaciones con los hijos y cónyuge, especialmente cuando no la persona no puede continuar respondiendo con su rol de jefe de hogar-proveedor. En conclusión, la pérdida de trabajo es considerada uno de los más perturbadores eventos durante la vida de una persona.
No nos engañemos, un despido puede dar lugar a circunstancias muy difíciles para cualquiera y por muy preparado que esté, pero la buena noticia es que existen tácticas para sobreponerse a la situación, a parte de la de encontrar un nuevo trabajo en menos de una semana.
Abandonar
el empleo actual puede ser difícil, pero si en lugar de abandonarlo por
propia iniciativa, la marcha se origina por un despido, entonces existe
un agravante psicológico que suele complicar mucho la situación.
En cierto sentido, en nuestra sociedad un despido se toma de una forma muy negativa, se convierte en un problema en toda regla. La cuestión es... ¿Es un problema en sí mismo, o somos nosotros quienes lo convertimos en un problema?
Por eso conviene tener en cuenta algunos consejos con el fin de superar la crítica situación de paro e incluso beneficiarse de lo que aparentemente es una circunstancia indeseada.
Tipos de consecuencias de un despido
Las financieras rara
vez son tragedia de por sí: Normalmente cuando el problema es
acuciante, tenemos menos tiempo que perder en la parte psicológica y nos
dedicamos a resolver activamente la situación. Es como si nos persigue
un animal salvaje, no nos paramos a calcular el grado de peligro,
sencillamente corremos para ponernos a salvo.
Las circunstancias psicológicas
son las que demoran la superación del despido. Un despido es como un
divorcio: Una terminación de una actividad laboral en circunstancias
poco agradables. Se cree que nuestras capacidades laborales son puestas
en duda, se desestima la lealtad y los años de servicio a la empresa, y
se desacredita la importancia de nuestro rol dentro de la actividad
empresarial.
Por
otro lado, también se teme a lo que puede acontecer tras el
despido. ¿Encontraré una nueva fuente de ingresos? ¿Qué pasará ahora con
mi hipoteca? ¿Seré capaz de reponerme? Son preguntas absurdas que
provienen del miedo creciente a algo que creemos que probablemente
pasará. Debemos empzar a focalizar la mente en lo que se desea y no en
lo que se teme
Pero todo esto son solo creencias, y
como tales son poco constructivas, además de mayormente falsas. La
psique humana tiende a pensar en negativo, en lo que teme en lugar de en
lo que desea, enfocarse excesivamente en la preocupación. Si nos
enfocamos en aquello que podemos y deseamos en lugar de hacerlo en lo
que tememos, es mucho más probable que se supere cualquier circunstancia
en la que nos hallemos.
Maneras de superar un despido
Debemos tener claro que la
acción frente al despido es como la de cualquier pérdida que hayamos
podido sufrir, y existe un período de duelo, de decaimiento, rebelión,
aceptación, etc pero esas fases, a diferencia de las ocasionadas por una
pérdida de un familiar, enfermedad, etc, son modificables por el
indivíduo por sus acciones y su posicion frente a la situación.
La única manera real de superarlo es contemplarlo desde el punto de vista objetivo y contemplando el 100% responsabilidad sobre la situación.
Sí, es muy fácil. Si adoptamos la
perspectiva de que todo se halla bajo nuestra responsabilidad, también
adoptamos una posición en la que controlamos nuestra vida en su
totalidad. Aceptar el despido como si lo hubiéramos escogido significa
retirar todo ese peso de negatividad por lo que “los otros” nos han
hecho, o la desconsideración hacia nuestra profesionalidad.
No se trata de culpabilizarse por el despido, sino asumir que ha sido decisión que nos favorece, con el objetivo de poder recuperar el control y la seguridad.
Se
debe contemplar la situación de forma objetiva, sin focalizar en nadie
ni en nada, sacando aquello de provechoso de la nueva situación.No se trata de culpabilizarse por el despido, sino asumir que ha sido decisión que nos favorece, con el objetivo de poder recuperar el control y la seguridad.
Para eso debemos tomar las riendas de nuestra vida y contemplar las ventajas que nos ha supuesto y que beneficios podemos sacarle. Los principales beneficios que debemos plantearnos son:
Vivir el presente:
La mayor parte de problema psicológico proviene de lamentar el proceso
de despido, la manera en la que creemos que nos han maltratado o las
“malas” circunstancias que se han avecinado, o bien de fomentar el miedo
en lo que pasará. Pasado y futuro nos pesan, nos ralentizan y nos
dañan. ¿No es absurdo? Debemos realizar un esfuerzo consciente por
centrarnos en lo que podemos hacer ahora, no en lamentar o temer lo que
escapa a nuestro radio de acción.
Replantear objetivos:
En lugar de darle vueltas a lo que pasó o a lo que quizá pase, es bueno
replantear objetivos, y escribir aquello que deseamos hacer. En una
situación ideal, ¿qué es lo que haríamos? Anotarlo en una hoja de papel e
intentar visualizarlo como algo plausible es todo el trabajo que la
superación del despido que quiere. Es el momento deescoger lo que
queremos, y aprovecharlo.
Es por ello que debemos entender que el despido puede suponer una oportunidad para cambiar el futuro
La
dificultad en superar un despido radica en la manera de percibir el
suceso como algo positivo o negativo. Si lo percibimos como negativo y
nos encallamos en ese proceso de duelo, nuestro avance será mucho más
lento, aunque las circunstancias demuestren que un nuevo día amanece
siempre.
Un
despido no es más que la aparición de una nueva oportunidad para
reinventarse, aprovechar cada momento y construir un presente cada vez
mejor.
Como
siempre, si te encuentras en ese momento difícil de la vida y te
encuentras angustiado/a y quieres ver las cosas de una forma diferente
no dudes en contactar con nuestro equipo en www.mecoach.es
M.de Jaime y el equipo de mecoach
Es curioso. En el párrafo que pone:
ResponderEliminar"El despido produce respuestas de ansiedad aguda, deterioro de la auto-estima y concepto de sí mismo, síntomas psicosomáticos, hipertensión, depresión, descuido en arreglo personal, y en algunos casos, aparición de patología más severa como abuso de drogas y alcoholismo."
También podríamos cambiar la palabra "el despido" por la de "el trabajo" y sería correcto. Curioso, irónicamente gracioso.