Que el mercado actual es móvil, es indiscutible. Que los profesionales debemos estar en permanente reciclaje, es un hecho. El discurso social nos dice que debemos re-inventarnos continuamente si queremos ser competitivos.
Pues bien, ya tenemos una nueva profesión: Los “love hunter”.
¿Qué hace un “love hunter”?
Es un profesional que se dedica a buscar pareja para sus clientes.
¿Dónde se inicia esta profesión?
En China. El rápido desarrollo económico del país en los últimos años ha propiciado el surgimiento de un buen número de multimillonarios chinos que no disponen de tiempo ni red social suficiente como para encontrar pareja estable y recurren a los “love hunters” para conseguirlo.
¿Qué hace un “love hunter”?
Investigar y buscar hasta dar con las candidatas perfectas para sus clientes. ¿Cómo? Rastreando en internet, organizando fiestas, eventos, recorriendo las calles, universidades y lo que haga falta hasta encontrar a la pareja ideal para su cliente.
¿Qué cobra un “love hunter”?
Empresas como “Golden Bachelor” (Soltero de Oro) ofrecen sus servicios por unos 300.000 yuanes, es decir, poco más de 30.000,-euros.
¿Qué cualidades aprecian estos jóvenes multimillonarios en sus futuras parejas?
Parece que sus peticiones van encaminadas hacia una mujer soltera, entre 22 y 28 años, de 1,63 a 1,72 centímetros de altura, bella, delgada, con buen cutis, de buen corazón y con “altas cualidades”.
Es evidente que la concepción social del amor ha sufrido grandes cambios a lo largo de la historia. El matrimonio fue considerado como un acuerdo social de fuerte componente económico hasta principios del siglo XIX y nada tenía que ver con el enamoramiento. La asociación actual que hacemos entre amor y matrimonio es muy reciente y tiene su origen en el Romanticismo. A partir de la segunda mitad del siglo XX parecía que, poco a poco, el matrimonio empezaba a representar una institución igualitaria… ¿o quizá no?
Surgen muchas preguntas:
En China los “love hunters” trabajan para hombres multimillonarios y en las fiestas que organizan (previo pago de unos 14.000,-euros) les “presentan” a las chicas candidatas. Éstas deben cantar, bailar y desfilar vestidas con trajes de novia… para “conseguir el puesto”.
¿Estamos volviendo a un concepto “mercantilista” del amor?
¿Hemos dado un salto al pasado?
¿Qué ha pasado con siglos de lucha de la mujer por la igualdad?
¿Es el “love hunter” una tendencia que se va a consolidar?
La búsqueda de pareja con fines asociativos (matrimonio, familia) ¿se la encargaremos a profesionales como los “love hunters”? ¿Nos aseguraremos matrimonios más estables si son profesionales los que “seleccionan” por nosotros a nuestras parejas? ¿Contratarías un “love hunter”?
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